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Consejos clave para controlar las malezas en la previa de la siembra

En este informe, un grupo de expertos brinda las claves para tres escenarios: barbecho corto, ajustes a los barbechos largos y barbecho “exprés”

Con la primavera comienza fuerte la siembra de los principales granos de verano, como el maíz y la soja, que se extiende sobre todo hasta fin de año, con las implantaciones de segunda sobre cultivos de invierno.

En este informe, un grupo de expertos brinda las claves para tres escenarios: barbecho corto, ajustes a los barbechos largos y barbecho “exprés” de apenas una semana tras la cosecha de trigo y de cebada.
 
Buenos Aires, 13 de septiembre de 2019 – Ya se viene la primavera, la época en la cual se implanta la mayor superficie de cultivos de la Argentina, principalmente maíz y soja. Por eso, es fundamental tener en cuenta algunos consejos para que arranquen libres de malezas, la principal amenaza agronómica que aparece sobre ellos.  

Por estos días, podrían definirse tres escenarios diferentes. El primero es para quien tiene que hacer un barbecho corto. El segundo, para quien arrancó el barbecho en el otoño pero tiene que hacer algunos ajustes. Y el tercero, para quien hará una siembra de segunda tras la cosecha de los cultivos de invierno.  

Los consejos para cada uno de ellos que se presentan aquí fueron elaborados por los especialistas de Surcos, la principal empresa de agroquímicos de capital nacional, y resumidos por Antonio Cavaglia, su gerente de Marketing.

Escenario 1 – Barbecho corto  

Si el lote viene de la cosecha de un maíz tardío, planteo que se ve cada vez más, seguramente irá a soja. Y en muchos de esos casos el lote suele estar enmalezado, porque el cereal, ya entregado hace tiempo pero esperando secarse, permite el paso de la luz y el crecimiento de las malezas.  

También puede tratarse de un lote que no tiene cultivos en pie pero está enmalezado porque no tuvo el cuidado apropiado hasta este momento.   En estos casos, suele haber malezas de un tamaño difícil de controlar. Una buena idea es esperar a alguna lluvia que, junto con el calor que regresa por estos días, terminan de activar las distintas especies presentes en el lote (como el yuyo colorado), para en esa instancia aplicar glifosato y 2.4D.  

Para terminar de resetear el lote se puede recurrir al conocido “doble golpe”, que debería completarse con una aplicación de paraquat con metribuzin.  

El tercer paso (y final) en esta situación sería aplicar, 45 días después, ya con el lote limpio, un preemergente que aporte la mayor residualidad posible.    

Escenario 2 – Barbechos iniciados en otoño  

 En estos casos, el aumento de las temperaturas luego del invierno y el regreso de las lluvias pueden generar nuevos nacimientos de malezas.  
Ante esa situación, si el lote va a maíz el consejo sería aplicar glifosato, 2.4D y atrazina, metolaclor o acetoclor, para combatir gramíneas de verano y nuevas germinaciones de rama negra.  

En cambio, si el lote va a soja se puede aplicar glifosato, 2.4D y metribuzin, dejando el residual para aplicar más cerca de la siembra. En este caso, si hay poca presencia de malezas se podría atrasar la primera aplicación y hacer una sola.  

Escenario 3 – Barbecho “exprés”  

 En estos casos, la idea es que la sembradora comience a trabajar lo más cerca posible del día de la cosecha del trigo o de la cebada. Sin embargo, hay opciones interesantes que permiten hacer dos aplicaciones en ese corto lapso de tiempo.  
El primer paso sería aplicar 2.4D con glifosato y un graminicida, que podría ser Apofis Elite. Y el segundo paso sería aplicar un residual, como metribuzin con metolaclor, antes de la siembra o de la emergencia de la soja.  

Aquí, la gran ventaja es que el 2.4D con nanotecnología de Surcos (Dédalo Elite) se puede aplicar hasta 7 días antes de la siembra de soja.  

“En todos estos escenarios, es fundamental usar productos de calidad, que aseguren productividad y cuidado del ambiente, como los productos de nuestra línea Elite, elaborados con nanotecnología, que reducen a la mitad la cantidad de activo por hectárea pero tienen el doble de bioeficacia”, resume Cavaglia.  

Hoy la agricultura argentina no puede darse el lujo de perder ningún kilo de rendimiento. Y para cuidarlos es fundamental comenzar por el principio, que es un buen control de malezas. Nunca hay que olvidarlo. Y menos en años como éste.

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