Se trata de una asociación
civil integrada por más 30 empresas del sector, que representan más del 80% de
las ventas de esos productos en el país. Será la encargada de recuperar y
enviar a reciclar todos los bidones de plástico que se venden. Sebastián Calvo,
presidente de Red Surcos, la principal empresa argentina del sector, brinda más
detalles.
La cadena
agroindustrial vinculada al negocio de los agroquímicos en el país, liderada
por las principales compañías que forman parte de él, está poniendo en marcha
una transformación histórica, en
línea con los crecientes esfuerzos e inversiones que dedican a impulsar una
agricultura cada vez más sustentable.
Se trata del
proyecto Campo Limpio, que apunta a implementar un sistema para la recolección de los envases de
agroquímicos que se utilizan en todo el país, para evitar que se conviertan en
basura que contamine el ambiente y, así, poder reciclarlos para otras
actividades productivas.
Sebastián
Calvo es el presidente de Red Surcos, la
principal empresa argentina del sector, y uno de los impulsores centrales
de este proyecto. Es, así, un referente indicado para contar de qué se trata
esta iniciativa que puede significar una bisagra en la gestión ambiental de la
agricultura del país.
“La
Asociación Civil Campo Limpio ya está trabajando, armando los proyectos que
pondrá en marcha en todo la Argentina y, al mismo tiempo, definiendo algunas
modificaciones en su estructura interna, en la que confluyen tanto las empresas
representadas en Casafe como las que
están en CIAFA, las dos cámaras del
sector”, explicó Calvo.
Los de Red
Surcos están en el grupo de los fundadores de Campo Limpio, cuya tarea es
simple y ambiciosa a la vez: recolectar y reciclar todos los envases plásticos
que la industria vuelca al mercado, para que se transformen
en, por ejemplo, postes para alambrados, insumos para silobolsas o muchos otros
productos.
“El objetivo que tenemos todas las
empresas es lograr una agricultura
sustentable y eficiente, para lo cual acordamos que cada una aportará al
presupuesto de Campo Limpio en función de la cantidad de plástico que vuelca al
mercado, sobre el total que sumen las compañías participantes”, explicó el
ejecutivo.
¿Cómo
funcionará la cadena de reciclado? Habrá centros
regionales distribuidos a lo largo y a lo ancho de todo el país para
recibir los bidones, idealmente luego de que se les haya hecho el triple lavado
que indican las buenas prácticas.
Campo Limpio
tendrá un importante presupuesto por año, que aportarán las empresas. Buena parte de la inversión se destinará a
construir los centros y contratar el personal necesario, por ejemplo.
Del lado de
los productores, tendrán una especie de cuenta
corriente de kilos de plástico. Es decir, cuando compren agroquímicos se
registrará cuántos kilos de plástico se están llevando en los bidones. Y serán
esos kilos los que deberán ser entregados luego en los centros de acopio, con
el triple lavado.
Finalmente,
Campo Limpio se encargará de transportar esos plásticos desde el centro de
acopio (se apunta a que haya uno cada
150 kilómetros) hasta el lugar en el que se hará el reciclado (que no
pertenecerá al proyecto, sino a terceros).
“La venta
del plástico para reciclado también nos ayudará a financiar el proyecto. Se
trata de un sistema que ya funciona
bien en Colombia, Uruguay y hasta en Brasil, el principal mercado de
agroquímicos del mundo”, explicó el presidente de Red Surcos.
Esta
iniciativa de la industria se pone en marcha tras la sanción de la Ley 27279, de Envases de Agroquímicos,
que se aprobó en 2017 y que prevé todas estas obligaciones, de acuerdo al
decreto reglamentario que salió en febrero de este año.
Desde Campo
Limpio, cuentan que ya están trabajando codo a codo con todas las provincias
argentinas, en muchos casos sumándose al trabajo que ya están haciendo en un
sentido similar al que busca la nueva ley. “Queremos sumar eficiencia a los
lugares en los que están trabajando en este sentido”, afirman.
Calvo, por
su parte, dice que “esta iniciativa es un objetivo consensuado entre toda la
industria y, en nuestro caso, refuerza el compromiso que tenemos por trabajar
para tener una agricultura cada vez más
productiva, pero también más sustentable”.
El
presidente de Red Surcos agregó que en ese camino también va la fuerte apuesta
que la compañía hace por la nanotecnología, que se utiliza para producir sus
productos de la línea Elite, y que le permiten reducir a la mitad la cantidad de principio activo por hectárea,
bajando significativamente el impacto ambiental y, al mismo tiempo, mejorando
la eficacia de las aplicaciones.
En
definitiva, se trata de un proyecto que traerá un cambio importante en la
manera de gestionar los envases de agroquímicos en la Argentina. Y todos en la
cadena deberán tomarse el tema muy en serio, incluyendo a los productores.
Las
autoridades de Campo Limpio detallan que va a existir una trazabilidad sobre lo que compró cada productor, a través de su
número de CUIT, y quien no cumpla con devolver los envases no podrá seguir
comprando. Además, en casos extremos, la norma prevé fuertes multas, que llegan
hasta los 6 millones de pesos.
Todo esto
debería estar funcionando ya para el año que viene, a más tardar, indican desde
la entidad, cuyos funcionarios ya están recorriendo el país comenzando con
charlas y capacitaciones para que el sistema se vaya difundiendo cada vez más.
Como
sostiene Calvo, Campo Limpio es un paso importante para la industria de
agroquímicos, que quiere trabajar de manera cada vez más sustentable, para que
el crecimiento de la agricultura tenga bases bien sólidas y se fortalezca como pilar de la economía del país, para
orgullo de todos los argentinos.