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Qué está pasando con los ataques de plagas y enfermedades. Qué puede
venir hacia adelante. Orugas, chinches, EFC, tizón. Todo en un repaso detallado
y a fondo.
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El ingeniero agrónomo Antonio Cavaglia, gerente de Marketing de Red
Surcos, la principal empresa de agroquímicos de capital nacional, te cuenta las
mejores soluciones para enfrentar todos estos problemas.
Buenos Aires, 27 de enero de 2020
– La soja, el principal cultivo de
la Argentina, con 17 millones de hectáreas sembradas, merece la atención
necesaria para que pueda atravesar todo su ciclo productivo sin sufrir daños
que reduzcan su potencial de rendimiento.
Por estos días, los lotes de primera están entrando en la
etapa reproductiva (floración), que es el período crítico en el que se define
el rinde.
Por eso, es importante prestar atención a las principales
adversidades que puede enfrentar en esta etapa, que van desde plagas (como
orugas defoliadoras) hasta enfermedades (como royas y manchas).
También, un poco más adelante, habrá que estar atentos a
la presencia de chinches.
El ingeniero agrónomo Antonio Cavaglia, gerente de
Marketing de Red Surcos, es palabra autorizada a la hora de analizar estas
situaciones y, luego, aconsejar sobre las mejores decisiones de manejo para
enfrentar estas problemáticas.
Las isocas defoliadoras más comunes que se encuentran hoy
en soja son la oruga medidora (Rachiplusia nu), la falsa medidora (Pseudoplusia
includens) y la bolillera (Helicoverpa gelotopoeon), repasa el especialista.
“Para este tipo de plagas, recomendamos el uso de
insecticidas reguladores de crecimiento (IGR's) y en Red Surcos tenemos
productos que cuentan con la gran ventaja de no afectar a los insectos
benéficos, además de tener residualidad”, explicó Cavaglia.
Para estas problemáticas, el ingeniero recomienda utilizar
Lucifer (formulado a base de Lufenuron) y Trompo (que combina dos principios
activos: Lufenuron y Profenofos). Sostiene que aplicar moléculas de piretroides
tiene un importante impacto negativo sobre la fauna benéfica que debe
preservarse.
El mismo criterio recomienda para enfrentar, en algunas
zonas del país, a la oruga militar tardía (Spodoptera frugiperda), de la que se
habla mucho por estos días.
Más allá de estas plagas, otro problema que hay que
empezar a tener en cuenta por estos días son las enfermedades, que afectarán
(en mayor o menor medida) según la humedad que haya en los lotes. Y también los
ataques de chinches, una plaga que puede llegar a causar gran impacto en los
granos que comienzan a formarse dentro de la vaina.
Por estas razones, Cavaglia aconseja aplicar juntos
fungicida e insecticida cuando el cultivo se encuentra en esa etapa y frente a
esas dificultades. Agreg que siempre hay que hacerlo con productos que tengan
residualidad, para olvidarse de los problemas hasta el final del ciclo de la
soja.
Para chinche, desde Red Surcos recomiendan específicamente
el producto Nero, que combina las propiedades de “volteo” de la
Lambdacialotrina y el beneficio de la residualidad otorgada por el
Imidacloprid.
En cuanto a las enfermedades, los hongos más complicados
pueden ser aquellos de fin de ciclo, que impactarán en mayor medida en zonas
con alta humedad. Por ejemplo, mancha ojo de rana (Cercospora) o tizón de la
hoja (Cercospora kikuchi).
Cavaglia recomienda “estar bien encima de los lotes” para
evitar sorpresas. “El ataque de hongos puede evolucionar muy rápido, de un día
para otro, y siempre desde abajo para arriba, así que el monitoreo debe ser
frecuente y viendo a las plantas desde abajo”, explicó.
Agregó que “al momento del control siempre conviene
utilizar productos residuales, para no tener que volver a entrar al lote.
Incluso, puede hacerse, para olvidarse del asunto, una aplicación preventiva,
aprovechando la pulverización por chinche que hará falta seguro”.
En este caso, el fungicida recomendado es Acento Induxor
(Azoxystrobin y Tebuconazole), un producto que Red Surcos está lanzando este
año al mercado. Se trata del primer fungicida con nanotecnología en la
Argentina. “Tiene excelente control y gran residualidad.
Además, al ser una
microemulsión tiene gran cantidad de aceite y no es necesario agregarle el que
se pone en las mezclas de tanque tradicionales”, explica Cavaglia.
Sostiene que “gracias a la nanotecnología, al reducir el
tamaño de la partícula, el producto penetra mejor en la planta a través de la
hoja”.
“Red Surcos es pionero en herbicidas e insecticidas con
nanotecnología.
Ahora, seguimos innovando con este fungicida, que tiene otra
gran virtud, que es su compatibilidad en mezclas con todos los productos”,
recordó el especialista.
Vale la pena recordar que la nanotecnología contenida en
los productos Elite, de Red Surcos, aumenta significativamente la bioeficacia
de los fitosanitarios, logrando los mismos controles que formulaciones
convencionales, pero con la mitad de ingrediente activo, lo que permite
aumentar la productividad y, al mismo tiempo, cuidar mejor el medio ambiente.
Para terminar el repaso de los problemas que puede
enfrentar la soja de aquí en adelante, Cavaglia se refirió a aquellos lotes de
segunda que aún no han cubierto el surco, que podrían sufrir escapes de malezas
gramíneas.
Para estos casos, recomendó la utilización de Orcuss Elite
(Haloxifop) y Apofis Elite (Cletodim). Y para casos de infestación con yuyo
colorado sugirió el uso de Bingo Elite (Fomesafen).
“El Bingo tiene una excelente compatibilidad con
glifosato, lo que marca una gran diferencia con otros productos del mercado que
tienen este principio activo.
Esos quizás puedan combinarse con graminicidas,
pero no con glifosato, lo cual es una importante ventaja que tenemos”, detalló
Cavaglia.
Está claro el panorama de dificultades que enfrenta y
puede enfrentar la soja de aquí en adelante. Y también están claras cuáles son
las mejores soluciones.
Ahora, hay que monitorear a fondo y estar atentos por
si hay que ponerlas en marcha.